Todo comienza cuando Natalia se quiere separar de su marido Rogelio, cansada de los maltratos que recibe de parte de su esposo (un borracho indeseable) y de su suegra Ágata, que siempre la ha obligado a hacer lo que sea. Y Natalia se acaba yendo de su casa, con sus hijos Gloria y Luis, a pesar de que Gloria no quería, ya que Gloria ha heredado el carácter y la forma de ser de su querida abuela y no quiere a su madre (Natalia). Mientras tanto; Inés guarda las apariencias porque siempre ha querido formar parte de la familia Mercenario, casándose con Rogelio, por eso, nunca ha hecho público su relación con su amante Manuel.
Por otro lado; Adrián es un hombre apuesto que está cansado de los celos de su esposa Elena. Y, agobiado por los celos de su esposa, Adrián está pensando en divorciarse de Elena. Incluso, la madre de Elena la pide a su hija que no se comporte de esa manera tan agresiva con Adrián, pero ella no la hace caso y cree que está aliada con Adrián para llevarla a un psicólogo, ya que Elena es demasiado celosa.
Por la noche; Rogelio, borracho, se enfrenta a Natalia porque no quiere que le abandone, pero ella está decidida, además, Rogelio y su hija Gloria humillan a Luis por seguir siendo el "niñito" de mamá, el único que ha sabido apreciar a su madre. Y, poco después, Natalia se va a la fiesta de su amiga Mónica y, allí, Inés y Manuel (aliados con Doña Ágata) la tienden una trampa a Natalia, a pesar de que Inés finja ser la mejor amiga de Natalia, y la echan una droga a Natalia en la bebida y, después, la meten desnuda en la cama con Manuel. Y Ágata lleva a Rogelio y a sus nietos (Luis y Gloria) al departamento de Inés, donde encuentran a Natalia acostada con Manuel y, aunque ella lo niegue, nadie la cree y, después, furiosa, Natalia le da un golpe con la lámpara a Manuel y, al creer que él está muerto, Inés la aconseja a "su amiga" Natalia que se vaya lejos para que la policía no la detenga y, así, lo hace, aunque Natalia no quería irse al principio porque no quería dejar a sus hijos.
Para sorpresa de Inés, ella se encuentra a Manuel de pie, dispuesto a vengarse de Natalia por el golpe que le propino. Mientras, Natalia se va junto a su amiga Mónica y, cuando la cuenta su amiga Mónica lo ocurrido, ella tiene un accidente de coche, en el que iban Mónica (manejando), Georgina (una amiga de Mónica) y Natalia, aunque Natalia y Mónica se salvan del accidente. Y Mónica les hace creer a todos que Natalia murió, aunque es el cadáver de Georgina, para que no encarcelen a Natalia por la supuesta muerte de Manuel.
Inevitable encuentro
Convencida de que Natalia está muerta, tras el accidente que sufrió; Ágata está determinada a no darle más dinero a Manuel por sus servicios. Luis sigue sufriendo y pelea con su hermana Gloria por la memoria de su madre. Ágata convence a Rogelio de ir a la morgue y reconocer el cadáver, pero al final éste se acobarda y es ella la que reconoce el cuerpo. Mientras la familia Mercenario se prepara para el funeral, Natalia recibe la sorpresiva visita de Adrián en el apartamento de Mónica, encuentro que es interrumpido por el escándalo de su celosa mujer Elena. La desagradable escena hace que Adrián tome una drástica decisión. Más tarde, Mónica convence a Natalia que lo mejor es que todos crean que está muerta.
Celos enfermizos
Inés se enteró que Natalia sigue viva, pero la engaña diciéndole que la policía la está buscando por asesinato y que es mejor que permanezca escondida. Entre tanto; Adrián está desconcertado con los celos enfermizos de su esposa Elena y piensa seriamente en enviarla a un manicomio.
Siguen las alianzas
Elena aparece en el apartamento de Mónica y amenaza con un arma a Natalia; pero, después de este gran susto y de una crisis de nervios, Adrián toma la decisión de internarla en el hospital. Mientras tanto, en casa de los Mercenario, Ágata le reclama a Rogelio por refugiarse en el alcohol y por no quererse hacer cargo de la empresa. Sin embargo, Inés se ofrece a "ayudar", no sin antes aliarse con su amigo Manuel. Natalia decide hacerle frente a sus problemas y llama a su hijo Luis para explicarle la situación, que la acaba entendiendo y perdonando.
Juegos sucios
Natalia se entera de su propio funeral y Mónica le pide que se aleje por un tiempo y que trabaje con ella en la empresa de Adrián. Manuel le reclama a Ágata por sus servicios y la amenaza con contar la verdad. Mientras tanto, Inés está cada vez más cerca de cumplir sus objetivos, pues gracias a sus mentiras y artimañas, tiene a Rogelio en donde lo quería, rendido a sus pies.
Una oportunidad
Elena continúa en el hospital y, aunque disimula estar arrepentida ante Adrián, en realidad tiene un plan para hacerle la vida imposible a su marido. Ágata habla con Inés y le pide que controle a Manuel. Entre tanto, Adrián y Natalia salen a distraerse un poco y, sin pensarlo, se ven hablando de amor, nuevas oportunidades y almas gemelas.
Borrando huellas
Ágata cede a ayudarle económicamente a Manuel luego de la insistencia de Inés, no sin antes pedirle que se deshaga de él. Natalia se siente bien en su nuevo trabajo, pero las intrigas no se hacen esperar. Rogelio, quien continúa encerrado, le reprocha a su madre por su infelicidad.
Sufrimiento de madre
Las intrigas continúan y, aunque Natalia siente que su vida es otra cuando esta con Adrián, su angustia crece porque quiere decirle a su familia que no está muerta. Sin embargo, a Inés no le conviene que la verdad salga a luz y seguirá poniendo a Natalia entre la espada y la pared.